Compartimos esta nota publicada en Clarin de esta semana que refleja la complicada situacion que estamos viviendo. La crisis por la cuarentena pone al borde de la quiebra a los consorcios de edificios.
El pago de las expensas ya venía en picada en la Ciudad y, con el necesario aislamiento, recibió su tiro de gracia. La imposibilidad de ir al banco o a puntos de cobranza como Rapipago y Pago Fácil pone palos en una rueda que, con una economía en llamas, apenas puede girar. En este escenario, los consorcios tienen cada vez menos fondos y los representantes del sector piden prórrogas tanto para los servicios como para las cargas sociales.